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En San Francisco, por la ruta del pisco punch
Piscos
en mano, dos periodistas peruanos tomaron por
varias noches los mejores bares de la gran bahía
para presentar, como hijo pródigo, las bondades
del destilado peruano.
La llave de la puerta la tenía la historia.
Llegamos tras los pasos del pisco punch pero nos
topamos con la sorpresa de que este cóctel no se
había quedado en el pasado, estaba ya en el
presente y se perfila, como comprobamos in situ,
hacia un sonriente futuro que llevará de la mano
un promisorio auge del pisco en San Francisco. En
el restaurante Destino, del suizo-peruano James
Schenk (1815 Market Strett, San Francisco), hay un
pisco punch con toque personal, más dulzón de lo
habitual, pero marca una distinción grata. En el
Cheesecake Factory (3041 Stevens Creek Blvd.,
Santa Clara) sí se pasaron de la raya en cuanto a
ortodoxia con la receta original. Lo hacen licuado
y con toronja, pero sale increíble. En Cantina
(580 Sutter Strett, San Francisco), con un poco de
vino Merlot, el punch obliga a pedir otro. La
receta original es base para los sueños y
creaciones de los bartenders, aunque hay puristas
que aseguran que se tienen que seguir la historia
a pie de la letra. Se respeta, pero si el cóctel
es apetitoso, pues, ¡salud!
Es
cierto, llegamos dudosos del recibimiento de los
paladares temerosos del bebedor americano hacia un
licor con unos potentes 40 grados de fino alcohol.
Para ellos, gringos sonrientes y que desbordan
confianza, el recuerdo más próximo en sus hábitos
etílicos es el tequila, si hablamos de
destilados. El vodka también tiene sus
seguidores, pero los mexicanos ganan de largo. En
todas las barras o eran margaritas o eran cervezas
(las Anchor Steam bien al polo son las
preferidas).
Esas dos torres casi imbatibles ya tienen años en
los gustos de los anglos, pero su reinado, si los
pasos del pisco van como van, en unos pocos años
ya se estará pidiendo en cada barra un traguito
con el aguardiente nacional o, en todo caso y para
los más valientes, unos shots de frente a la
garganta.
Con
el pie derecho James Schenk es chef y tiene el
pisco por todos lados en su restaurante Destino,
quizás el mejor en su sector con comida
latinoamericana partiendo de recetas peruanas. Su
carta de cócteles, que la maneja un joven cubano,
es para quedarse horas y horas. Andy García, el
famoso actor, cada vez que pisa San Francisco
tiene ya su sitio en Destino.
Con pisco tiene nueve cócteles, entre los que
destacan el sideways sour, que lo inventó Diego
Loret de Mola, y el maracuyá sour, aparte del
pisco punch, claro, pero también tiene el famoso
pisco sour, que es uno de los que mas sale.
Cachaza, ron, vodka y tequila marcan la pauta en
su carta de cócteles.
Esta vez llegamos con el puro de Quebranta de
Ocucaje y preparamos un pisco sour de maracuyá y
el famoso sideways (2 onzas pisco Quebranta
Ocucaje / 2 onzas jugo de uva blanca / ¾ onzas
Cointreau / ½ onzas jugo de limón / ½ onzas
jugo limón / toque de vino Pinot Noir / hielo /
mezclar todos los ingredientes y echar al último
el Pinot Noir).
La segunda parada fue en el bar Spoons, en
Sunnyvale. Esta ciudad queda al sur de San
Francisco, como a una hora en auto. Es un bar
deportivo que tiene a Ron Brion, descendiente de
filipinos, como hombre orquesta de la barra. Es el
bar preferido por Guillermo Toro Lira, el
rescatista del pisco punch, y aprovechamos una
visita de viernes por la noche para presentar dos
piscos que, al final, tuvimos que dejarlos en las
manos de Lión y de Ron, pues al momento de
despedirnos casi lloran porque nos estábamos
llevando el Mosto Verde Santiago Queirolo con un
puro de Quebranta también de Santiago Queirolo.
“Se lo dejo”. No entendía ni jota de lo que
le decía, pero al abrirlos y decir un fuerte: ¡Salud
my friends”, abrieron los ojos y nos abrazamos
en medio de la sala ante el aplauso de todos.
En mi inglés masticado, convencí a Ron que se
sumergiera en su creatividad para preparar dos cócteles
con pisco con su primera impresión de los piscos
de Santiago Queirolo.
Lo probó, olió nuevamente y llamó a Delilah
Sunsei, clienta habitual y al propio Lión, un
moreno con ojos de billar, para hacer el
experimento. El primer cóctel terminó con el
nombre de Pisco Amanecer. La alquimia arrojó que
1¼ de pisco mosto verde Santiago Queirolo con 3
onzas de jugo de piña más 1 onzas de licor de
frambuesa con un dash de licor de granadina dan,
como resultado, un cóctel refrescante, atractivo
a la vista y que deja que el pisco mantenga su
personalidad pese a los amigos.
Buenas manos las de Ron Brion, quien relató,
previa interpretación de Eric Dañino, que el
pisco le sorprendió por su delicadeza y
generosidad para los cócteles. Al Mosto Verde lo
ve como un destilado espectacular y lo espera con
los brazos abiertos en su barra. “Sorry Ron,
next trago”. “Ok Men”. El próximo cóctel
fue bautizado como Piscotini, ya conocido en las
barras en Lima pero que Ron, a miles de kilómetros,
también lo pensó. Pero él le da un toque
personal: 1 onzas de limón con azúcar, 1 ½ de
pisco Quebranta Santiago Queirolo y 1½ de licor
de manzana. Tras los experimentos y con tres
botellas de pisco vacías, terminó el primer día
de piscos en Sunnyvale.
Sacramento a lo orgánico
Sacramento y su pasado lleno de oro fue el segundo
destino. Está a dos horas en auto de San
Francisco con rumbo al este. Con el pisco orgánico
de La Caravedo Quebranta llegamos al espectacular
casino Thunder Valley. En la barra principal nos
esperaban los tres bartenders/sumilleres de esta
cadena de hoteles que mueve mil millones de dólares
al año. Exigentes, dudosos, desconfiados, pero
objetivos y criteriosos.
“This is Pisco”, les dije. Lo miraron, lo
destaparon, lo volvieron a mirar, uno por uno y a
la copa de cata. Maureen Dresslar, la única mujer
de este trío de expertos bartenders, fue quien
lanzó la respuesta. “Coffee”. Kevin Alaben y
Frank Carney, manager de alimentos y bebidas de
este Casino, fue quien tuvo algunas apreciaciones
con respecto al destilado de Rodrigo Peschiera.
“Le encuentro notas a menta, quizás en el fondo
un poco de uvas, pero es un destilado que, como
dice Maureen, tiene todas las condiciones para cócteles
con café. Hay que tener en cuenta que los cócteles
con café son complicados de preparar, por eso
optamos por este insumo para el pisco”, dijo.
El primer cóctel fue con café expreso en 2
onzas, huevo batido, dos onzas de pisco Quebranta
La Caravedo y un toque de Chambord (licor francés
elaborado de frambuesas rojas (mûre), miel,
vainilla, y cognac). Esto servido en copa napoleón
de cogñac con chocolate picado al final. Dulce,
trepador pero con un aroma que envuelve toda la
salsa.
El segundo también siguió con el café, pero
esta vez fueron 2 onzas de expreso, baylis en 2
onzas, pisco Quebranta La Caravedo también en 2
onzas y al final un toque de menta. Los americanos
sí que saben hacer las cosas. Estos dos cócteles
estuvieron mas allá de lo ímaginable. Lo hicimos
probar a dos comensales que pescamos en plena
faena periodística y terminaron pidiendo dos más.
Noches de fusión
Dejamos un momento el pisco de lado en estos
nuevos objetivos nocturnos. La diversidad
coctelera en San Francisco es muy interesante. Téngase
en cuenta que un barman cobra de 300 a 400 dólares
la noche y hay que darle, en cuanto a insumos,
todo lo que te pide. En las barras cada bartender
tiene dos asistentes: uno le alcanza los licores e
insumos otro lava los vasos y asiste al primer
asistente.
Desde las 5 de la tarde los bares andan abiertos.
La gente prefiere abrir los bares a esas horas
porque la diversión y la bohemia acaba a la media
noche. Como dijimos, en las barras el tequila y la
cerveza tienen su preferencia. Hay bares de
renombre como el Bix o el Salón del Viejo Tonel,
que es un barco que se quedó varado en las costas
de San Francisco y ahora es un bar de mucha fama.
Está abierto desde 1840. Pero quizás el más
espectacular es el bar del Banco de América, el
edificio mas alto de todo San Francisco.
En suma, San Francisco es una mezcla de culturas y
eso se ve en sus tragos. Tradicionales y
creativos, pero lo importante es que el pisco está
presente como buen espirituoso peruano. ¡Salud
por eso!
Fuente: Periodistadigital
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