Año III. Edición Nº 28.  -  Marzo del 2009    

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   Tertulias pisqueras 

Machu Picchu, la majestuosa ciudad perdida de los incas

Preparémonos. Estamos a punto de emprender un viaje a uno de los destinos más enigmáticos del planeta. Es una de las nuevas siete maravillas del mundo. Machu Picchu, Perú. Visitarlo es una experiencia impactante, un encuentro mágico y trascendental.
Al sur de Perú, en la vertiente oriental de los Andes centrales se encuentra el Machu Picchu. La ciudad majestuosa se eleva sobre el valle de Urubamba. Machu Picchu habría sido una de las residencias del primer emperador Inca, 1438-1470 (Pachacútec o Inca Yupanqui). Pero, algunas de sus construcciones y el claro carácter ceremonial demostrarían que fue usada como santuario religioso.

Se estima que unas 1200 personas vivían en él. Dividido en tres áreas, agrícola, urbana, y religiosa. Las terrazas y los sistemas de riego aprovechan las cuestas naturales; las áreas más bajas contienen los edificios ocupados por los granjeros y los profesores, y las áreas religiosas más importantes están situadas en la cima de la montaña.

Las ruinas de Machu Picchu, se han conocido como la “ciudad perdida de los incas”, redescubiertas en 1911 por el arqueólogo Hiram Bingham de Yale, son uno de los sitios antiguos, más hermosos y más interesantes del mundo.

Las leyendas y los mitos indican que Machu Picchu (cuyo significado vieja montaña o Cumbre Mayor en la lengua Quechua) fue venerado como lugar sagrado.

El Machu Picchu era un observatorio astronómico. La piedra de Intihuatana (vara que engancha del sol) es un indicador exacto de la fecha de los dos equinoccios y de otros períodos celestes significativos.

En el mediodía el 21 de marzo y el 21 de septiembre, el sol cae directamente sobre el pilar, no crea ninguna sombra.

Invisible desde abajo y totalmente autónoma está rodeado por las terrazas agrícolas suficientes para alimentar a la población. Las nubes cubrieron las ruinas y los palacios, los baños, los templos, los cuartos de almacenaje y unas 150 casas. Todo se mantuvo conservado en un estado un notable preservación.

Considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Estas estructuras, talladas en el granito gris de la cima de la montaña son maravillas del genio arquitectónico y estético. Muchos de los bloques del edificio pesan 50 toneladas o más, fueron esculpidos tan exactamente que los empalmes no permiten introducir ni una aguja.

Los españoles nunca encontraron Machu Picchu, aún cuando sospecharon su existencia. El santuario de la cima de la montaña cayó en el olvido y fue abandonado algunos cuarenta años después de que el español tomó Cuzco en 1533.

Tan cerca del cielo, el paisaje, la altura, los colores, el rumor del viento y las leyendas nos producen una maravillosa conmoción.

Fuente: Travelnauta

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