|
Esta vez les
presentamos dos notas de interés sobre la ultima
cepa no aromática:
La Uvina
Es
una cepa tradicional del valle de Lunahuaná,
perteneciente al grupo de las variedades no aromáticas,
presenta bayas pequeñas de tono azul-negro,
racimo grande y muy abundante. Se desconoce su
origen, pero se ha adaptado bien a las condiciones
de suelo y clima de Lunahuaná, Pacarán y Zúñiga,
en las que por la altura la quebranta no se puede
desarrollar. Los piscos que producen son
agradables y bien estructurados, con una nota
verde, similares al quebranta, pero con un poco más de astringencia que este.
Vinicultura y Elaboración de pisco
IDVIP Instituto del vino y del pisco
Un productor de esta cepa nos ofrece esta nota
de interés:
Julio Vidal Rivadeneyra productor de pisco
atropella sus recuerdos y habla orgulloso de la
uvina, la primera cepa peruana que tramita con éxito
su inscripción en el Registro Mundial Ampelográfico,
en Francia. Dicho registro consiste en la
descripción de las variedades de la vid y en el
conocimiento de los modos de cultivarlas.
Quizás la principal peculiaridad de la uvina es
que se ofrece sólo en un microclima específico,
localizado entre los distritos de Zúñiga, Pacarán
y parte de Lunahuaná, en la provincia limeña de
Cañete. “No hay otro lugar en el Perú ni en el
mundo donde crezca la uvina”.
Las
condiciones del valle del río Cañete son
sumamente especiales. Comprende cien hectáreas más
o menos y se ubica en la zona yunga, entre los 550
y 650 metros de altura, específicamente en las
faldas de los cerros. “Tenemos Sol todo el año
y esos cerros poseen cascajos, que calientan la
uva cuando está madura. Éste es uno de los
principales factores que enriquecen el azúcar del
mosto de la uva”, asevera Vidal Rivadeneyra,
presidente de la Asociación de Productores de
Pacarán y Zúñiga.
Es tan misteriosa esta cepa que si se siembra no
crece de la misma manera. Y no es sólo por el
clima, porque en Israel lograron recrearlo en
forma artificial sin lograr buenos resultados. Por
eso, los productores de pisco de ICA llegan hasta
Pacarán para adquirirla y mejorar sus mostos.
Esta uva suelta además, un tinte muy puro con un
encargo especial: una alta concentración de
flagonoides, el antioxidante más completo del
cuerpo humano. Por esta razón, la gente de la
zona es longeva, pues acostumbran degustar sus
copas de cachina con las comidas durante el día.
Al hacer las consultas respectivas, el Instituto
Vitivinícola de Uruguay, una de las entidades más
prestigiosas en investigación de cepas, confirmó
que la muestra de la uvina que se les envió no
pertenece a la vitis lambuscae, una de las uvas más
conocidas del medio, sino que era producto de una
mutación en un microclima específico.
La recomendación argumentaba que debían
continuarse las investigaciones para determinarla
como una nueva cepa en el mundo. “Tenemos la
seguridad de que se trata de una nueva cepa.
Cuando logremos inscribirla en el registro
ampelográfico, daremos un paso muy importante en
la producción y el comercio del pisco peruano”,
resalta Vidal.
Mientras tanto, los genetistas ya lanzaron nuevas
luces sobre el asunto, porque advierten que el hábito,
la costumbre y el condicionamiento por razones
geográficas y orgánicas generan los cambios genéticos.
Caso parecido sucedería con la uvina, cuando tuvo
que crear su propio mecanismo de defensa ante las
dificultades del clima. Así se generaron sus
bondades y peculiaridades.
Paciencia y buen humor
Fuente: Elperuano
»
Difunde
este artículo
|