Casa de la Gastronomía Peruana abre sus puertas mostrando 500 años de fusión cultural

Uno de sus ambientes rinde homenaje al pisco

El 24 de marzo se inauguro, la Casa de la Gastronomía Peruana donde se podrá apreciar 500 años de fusión cultural y comprender a qué se debe el éxito creciente de la que es considerada ahora la más representativa expresión cultural y turística de nuestro país.

Situada en el antiguo Palacio de Correos de Lima, a pocos metros del Palacio de Gobierno y frente al Palacio Municipal, este nuevo museo culinario cuenta con cuatro ambientes de acceso público: la Sala Permanente, la Sala Temporal, la Sala de Audiovisuales y la Sala del Pisco, dedicada a nuestra bebida de bandera.

En la Sala Permanente el público podrá conocer primero la importancia de la alimentación en las culturas precolombinas, cómo ésta se manifestaba en cerámicas diversas, al igual que reproducciones de cultivos nativos y emblemáticos como la papa y el ají amarillo.

Además, se incluye un Mapa de Recursos Naturales oriundos de Perú y una Hoja de Balance de Alimentos cultivados en el incario; es decir, la composición nutricional expresada en vitaminas, minerales, proteínas y calorías de los diversos cultivos utilizados en la preparación de alimentos.

Dos monitores grandes brindan información audiovisual sobre nuestra riqueza gastronómica mediante reportajes, entrevistas a chefs exponentes de la culinaria nacional actual e informes especiales difundidos en programas nacionales e internacionales.
Revelaciones gastronómicas

El museo ofrece también algunas “revelaciones” de la tradición gastronómica, en este caso limeña, como las llamadas “colaciones”, es decir, homenajes culinarios ofrecidos por el cabildo de Lima o las autoridades de gobierno por motivos especiales como la llegada de virreyes, arzobispos; noticias importantes venidas de España o el aniversario de algún patrón tutelar.

En Lima se ofrecían colaciones, por ejemplo, el 6 de enero (Festividad de los Reyes Magos), el 24 de junio (Fiesta de San Juan), y el 15 de agosto (Nuestra Señora de la Asunción).

Otra revelación histórica se refiere a la creación del postre llamado “suspiro a la limeña”, el cual se atribuye a Amparo Ayarza, esposa del poeta José Gálvez (1885-1957). El vate dio a conocer la receta de este delicioso postre en el suplemento Huella de la revista Letras.

Un Mapa Gastronómico de gran formato le brindará información sobre la oferta culinaria más característica, según la zona a visitar. La Costa está dividida en Norte, Sur y Lima, en donde se da cuenta de los potajes típicos. Lo mismo ocurre con la Sierra y Selva, que ofrecen sus platos más simbólicos. Sin duda este mapa se muestra como una gran carta de platos para animarse a saborear.

En el mapa se destaca también que la singularidad geográfica peruana, con los Andes como gran centro de domesticación de plantas del mundo antiguo, la corriente de Humboldt de aguas frías que favorece la existencia de una gran variedad de peces y productos hidrobiológicos, y la existencia de microclimas desde zonas nevadas hasta las selvas tropicales, contribuyeron decididamente con insumos para dotar a la gastronomía peruana de una ventaja inigualable.

En la medida en que el visitante avanza sentirá que viaja por el tiempo. Así, se encontrará con personajes que fueron los primeros difusores de la cocina y la repostería nacionales que pregonaban sus viandas y dulces por las calles.

La fresquera o vendedora de refrescos; la “champucera” o vendedora del postre conocido como champú; el bizcochero, el humitero, la tamalera, el “raspadillero”, por citar algunos de estos forjadores de la corriente gastronómica, cuya herencia subsiste pese al paso inexorable del tiempo.

Un espacio dedicado a los insumos de los platos más difundidos de las tres regiones del país forma también parte de la Sala Permanente de la Casa de la Gastronomía. El limón sutil, el ají limo, la cebolla roja, el camote, la papa, las carnes de res y pato, pescados diversos, cecina, arroz, choclo, plátano, calabaza, caña de azúcar, entre otros, dan cuenta de la inmensa gama de productos que son la esencia de los platos elaborados por diestras manos de cocineros y cocineras herederos de 500 años de fusión.

Ambientes dedicados a explicar el origen del pisco y la chicha, así como la llegada de la cerveza y el vino al país, con una muestra de envases, vasos y copas en los que se sirven, constituyen otro atractivo de esta sala.

Reproducciones de cómo fueron las fondas y pulperías de antaño, así como las panaderías y los diversos panes, rosquillas, bizcochos, turrones, tantawawas, entre otras delicias, se pueden apreciar en otra sección de la Sala Permanente.

Asimismo, se ha colocado una fuente de agua de bronce similar a la que existe en la Plaza Mayor, la cual está rodeada de personajes hechos de bronce y en tamaño natural que representan a las tradicionales anticuchera, picaronera y el tamalero. A ellos se suma un niño sentado al borde y de espaldas a la pileta.

Para finalizar el recorrido, un cuadro que representa la última cena de Cristo y sus apóstoles tiene la particularidad de mostrar alimentos nativos de Perú como el cuy, la chicha, el pan andino, entre otros, en lugar de los alimentos que reseña la Biblia.

Estos son algunos de los atractivos que ofrece la Casa de la Gastronomía y que motivarán a quienes acudan a este museo a volver muchas veces y a considerarlo un nuevo atractivo turístico en el Damero de Pizarro.

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