Herbert Asbury y The Barbary Coast

Agradeciendo a  limagris.com  por permitirnos la difusión de este articulo.

Herbert Asbury y The Barbary Coast

Por Eduardo Dargent Chamot

Todos los que nos adentramos en la historia y presencia del Pisco en el mundo encontramos  pronto la referencia que hace Herbert Asbury al pisco y al “Pisco Punch” del barman Duncan Nichol en el San Francisco de la fiebre del oro. Creo sin embargo que pocos hemos estado en contacto con el texto original.  Por ello, al recibir la edición facsimilar que me obsequió mi hijo la semana pasada, significó una lucha entre las obligaciones académicas de fin de año y las ganas de leer.  

La mención que hace Asbury a nuestro aguardiente es importante porque aunque el libro se escribió en 1933, tiene referencias precisas que recogió el autor para su  entretenido y rigurosamente documentada historia de los orígenes de esa ciudad que se convirtió en muy pocos años, desde el descubrimiento de oro en 1849, en la más importante y corrupta del Pacífico norteamericano.
Comenta el autor que uno de los bares más reputados era el “Bank Exchange”, magnífico establecimiento con pisos de mármol y en cuyas paredes colgaban valiosas pinturas al óleo, pero que este local, propiedad de Duncan Nichol, era especialmente conocido por su “Pisco Punch”.  No entraré en detalles sobre su composición ya que José Antonio Schiaffino, miembro de la Academia ha hecho descripciones precisas del mencionado cocktail, así como de Duncan Nichol su inventor y del Bank Exchange .  A su amabilidad debemos la excelente foto del famoso bar que acompaña estas líneas.

Herbert Asbury (1891-1963) fue el periodista y escritor norteamericano que se dedicó a investigar la vida de los bajos fondos de las ciudades norteamericanas. Si “Barbary Coast” desnuda al San francisco temprano, sus “Pandillas de Chicago” y “Pandillas de Nueva York”, recientemente hecha película, rascan la truculenta vida de esas metrópolis. Se podría decir que “The French Quarter”, estudio de Nueva Orleáns, completa la tetralogía, pero hay más.  Sus artículos alguna vez ofendieron a las autoridades de tal manera que terminó preso, pero siguió adelante documentando y escandalizando con su apasionante pluma.  
Regresemos al “Pisco” que es el tema de esta columna.
Dice el autor del libro que las referencias al San Francisco de aquellos años abundan en descripciones “líricas” del poder y el aroma del pisco. Y cierra su frase indicando que “debió ser ‘la creme de la creme’ de las bebidas” y pasa a describir nuestro aguardiente con estas precisas palabras:
“Su base es ‘pisco brandy,  destilado de la uva conocida como Italia, o La Rosa del Perú, y se llamaba así por el puerto peruano desde el que se embarca. El aguardiente en si, aún sin los otros ingredientes que lo convertían en el “Punch”, debe haber sido algo que se mencionaba cuando se escribía a casa.”

Desafortunadamente para Asbury, cuando visitó San Francisco no pudo ya encontrar, aunque lo buscó “desesperadamente”, el aguardiente y entendió que no se había vuelto a ver por allí desde los tiempos anteriores a la prohibición.  

 Sin embargo incluyó en el texto la descripción que hiciera  Thomas W. Knox en la página 253 de su libro “Undergrownd, or Life Below the Surphase” sobre su experiencia al probar el pisco en 1872 en San Francisco:
“Es perfectamente incoloro, bastante fragante, muy seductor, terriblemente fuerte, y tiene un sabor que de alguna manera recuerda al whisky escocés pero mucho más delicado, con un marcado gusto a frutas.  Viene en recipientes de barro, anchos en la parte superior y que se va reduciendo de diámetro hasta terminar en una punta, con capacidad de unos cinco galones cada uno.”

La nota de Knox termina con una receta propia para los días fríos de invierno ya que dice que probó el pisco “caliente con un poco de limón y un toque de nuez moscada”, y advierte de su fuerza con no poco humor y haciendo referencia a lo malsano que era ese puerto:
“El primer vaso me convenció de que San Francisco fue y es un bonito lugar para visitar…  El segundo vaso fue suficiente, y sentí que podía enfrentas las viruelas, todas las fiebres conocidas por la facultad y el cólera asiático. Todos combinados de ser necesario.”

En pie de página, Asbury hace una última referencia al pisco y a quienes se han ocupado de él, incluyendo la famosa cita de Ruyard Kipling quien consideró nuestro aguardiente de uva “The highest and noblest product of all age”, es decir “El mayor y más noble producto de todas las épocas” y que describe el Button Punch, otro cocktail  muy popular en San Francisco diciendo:
“Tengo la teoría de que está compuesto de alas de querubines, la gloria de los amaneceres tropicales, las nubes rojas del ocaso y fragmentos de épicas perdidas escritas por maestros ya desaparecidos.”

Siempre que llego a esas coloridas líneas de Kipling con mis alumnos en clase, no puedo evitar preguntarme, en silencio, cuantas copas de Bottom Punch” se habría bebido ya el poeta al escribirlas.

Es, pues, una tarea apasionante esa de revisar la historia, la literatura y, como se vio en alguna columna anterior, la música  relacionada al pisco.  Nunca acabamos de sorprendernos ni de aprender y, conocer el pisco por cualquiera de sus múltiples aspectos, como podemos apreciar, es profundizar en las entrañas del Perú.

1.- Asbury,  Herbert. The Barbary Coast.  New Cork, Basic Books, 2008 (Edición facsimilar  de la de 1933).  Traducción del autor.  Todas las referencias al texto corresponden a las páginas 226 y 227.  La Rosa del Perú es la Italia rosada., tema del que trataré en una próxima nota

2.- Kipling, Ruyard.  From Sea to Sea. 1899.

Fuente:

Comentarios (0)

Participa con tu comentario