Origen de la Virgen de la Candelaria Patrona de Puno

Cuando llegan los españoles a América, traen consigo la religión y con ella sus  manifestaciones, el Evangelio, la espada, la cruz, los santos, Jesucristo, la Virgen María con diferentes nombres y demás iconos de la cultura occidental. Aunque algunas órdenes religiosas estuvieron presentes en la difusión de la religión cristiana, la evangelización fue encargada a la congregación de los Jesuitas, por disposición de los Reyes de España y Bula del Papa Gregorio VIII. Los Jesuitas desde 1556 empezaron a reemplazar a los ídolos y deidades de estas tierras americanas, en el caso del Perú reemplazaron a los Apus, achachilas y wamanis. (4)

Según una versión tradicional, para proceder con la evangelización de los aborígenes, se cree que la Virgen de la Candelaria fue traída de España en 1580 vía Buenos Aires para asentarse en el Qollao, especialmente en el pueblo de Puñuy pampa, que era una pascana donde se detenían los arrieros a descansar durante sus viajes. Se cree que entonces en ese lugar el cura Francisco Valdivia encargado de evangelizar el Qollao, haya sido quien levantó la primera capilla donde hoy se encuentra el templo de San Juan Bautista, donde se venera a la Virgen de la Candelaria.

Otra versión de Enrique Bravo sobre el origen de la Virgen de la Candelaria, dice que se dio mucha importancia a la devoción de la Virgen de Copacabana, el tallador de esa imagen Francisco Tito Yupanque tenía un sobrino, quien luego de la muerte del tío habría sido favorecido de varios milagros de la dicha Virgen, por lo que siguiendo las enseñanzas de su tío, habría tallado varias imágenes de la Virgen María y entre ellas estaría la imagen que hoy se venera en Puno.

En 1668 llega a Laykakota, el Virrey Conde de Lemos, viene a poner orden en las luchas intestinas entre los mineros andaluces y vascongados, motivadas por los hermanos Salcedo dueños de las minas. Cual solución manda arrasar las casas de los mineros en los asientos mineros, dispone trasladarlos al pueblo de Puñuy Pampa, donde se reparten solares para los españoles, se dispone la construcción de una iglesia. Como parte de esa tradición se dice que se encomendó a un grupo de jesuitas para que fueran a Copacabana a traer una de las imágenes talladas por Manuel Yupanqui Inga, por que les daba muchos milagros a los mineros, así habría llegado a Puno la imagen de la Virgen.

 Respecto a la devoción a la Virgen de la Candelaria difundida en todo el Altiplano, el padre Rubén Vargas Ugarte conocido historiador del Perú dice: "desde el 02 de febrero de 1583 en que sentó sus reales en el pueblo la Virgen de la Candelaria, comenzó la conversión definitiva de todo el Collao y la forma de sus milagros hizo que la influencia se extendiera aún a las comarcas más distantes". En este caso el padre Vargas Ugarte debe referirse al Virgen del Socavón, o la de Copacabana, porque en 1583, no existía Puno, tampoco los hermanos Salcedo eran mineros.

Sin embargo la versión más verídica, como que es la primera información escrita que se tiene sobre la Virgen de la Candelaria, nos la hace conocer Ignacio Frisancho Pineda en su Libro "La Catedral de Puno", (5) donde publica un contrato firmado el 1 de agosto de 1707 en favor del Licenciado Don Phelipe de Valdés, sobrino y heredero del Dr. Silvestre de Valdés, cura y vicario de la Villa de Puno y patrón de la Capellanía.

El Contrato textualmente dice:

"Otorgué arriendo y doy en arrendamiento al señor Marqués de Villa Rica de Salcedo es a saber dichas casas de vivienda que fueron de dicho señor Silvestre de Valdés, que son las que hacen esquina a la plaza principal de ella con tres piezas fabricadas que están dentro de la vivienda principal que se incluyen la sala, dormitorio, dos cuartos que están en la acera de ella y las demás que componen despensas, cocina y oficinas con su patio puertas de calle con sus cerraduras como también las dichas piezas con treinta piezas entre grandes y medianas de diferentes pinturas y en la recámara una cuja dorada, dos tabernáculos dorados con sus imágenes en bulto en el uno la de un crucifijo y en el otro de una Señora de la Candelaria..."

En su libro publicado en 1997, Ignacio Frisancho Pineda se refiere a la Virgen de la Candelaria, que fue trasladada desde el asiento minero de Laykakota, luego de que en 1668 se ordena que los mineros sean instalados en la nueva Villa de la Concepción y San Carlos de Puno, y el solar a que se refiere, es el distribuido a favor del Lic. Silvestre de Valdés, poseedor de la vicaría de Puno entonces. Respecto a la imagen en bulto de la Virgen de la Candelaria dice: "... es una imagen de talla pequeña, y no parece haber sido hecha, expresamente, para ocupar la parte principal de un Altar Mayor de la iglesia." Por lo que sugiere que pudo haber sido donada para la iglesia de los naturales; es decir el templo de San Juan, donde asistían la mayoría de los naturales residentes en el pueblo de Puñuy pampa, los obreros de las minas y que por los múltiples milagros de la Virgen de la Candelaria, debió haber sido ascendida al altar mayor de ese templo, hasta convertirse en la actual Patrona de Puno.

Patrona de Puno

En verdad, no se conoce con exactitud desde cuando se rinde culto a la Virgen de la Candelaria, según la tradición oral, su entronización como Patrona de Puno se enlaza con un hecho considerado milagroso por los residentes españoles de Puno. Esta versión hace referencia a los primeros meses de 1781, cuando las huestes revolucionarias de Tupac Amaru en Puno, comandadas por el caudillo Pedro Vilcapaza y Diego Cristóbal Tupac Amaru, pusieron sitio a la Villa de Puno, para reducir ese bastión español y luego atacar La Paz; entonces la población de Puno sacó en procesión a la Virgen de la Candelaria, los rebeldes creyeron que habían llegado refuerzos y asustados se retiraron, este hecho fue considerado como un milagro de la Virgen.

Aunque la tradición popular continúa desde entonces, y dice que los rebeldes fueron derrotados en Puno, por milagro de la Virgen es necesario contar esta, que es una verdad histórica.

El primer ataque a Puno se realiza el 10 de marzo de 17816 por parte de Diego Cristóbal Tupac Amaru, con Andrés Ingaricona, Ramón Ponce y Pedro Vargas, 18 mil rebeldes no consiguieron doblegar la resistencia del Corregidor Joaquín de Orellana, por el sur de Puno el asedio era de los seguidores de Tupac Catari, quien mostraba sus ambiciones de nuevo líder y actuaba independientemente al lineamiento de Tupac Amaru, y sus acciones eran demasiado sangrientas, ya que mandaba a matar a mujeres, ancianos y niños no solo españoles sino también criollos e indios que estuviesen a su favor, provocando con esas acciones sangrientas, la escisión entre los rebeldes, entonces Diego Cristóbal tuvo que regresar a Canas para reclutar nuevas fuerzas e ir en ayuda del Inca, mientras Ramón Ponce levanta el ataque a Puno. El enfrentamiento entre los rebeldes fue una de las razones que el 10 de abril Orellana quebrara el sitio a la ciudad de Puno.

Un segundo sitio a Puno se realizo entre el 10 y 12 de abril, organizado desde Azángaro por Diego Cristóbal, esta vez con las huestes comandadas por Andrés Ingaricona y Pedro Vilcapaza, sin embargo el asedio a Puno se desorganizó el día 13, al conocerse del apresamiento de Tupac Amaru II (6 de abril), lo que motivó mayor división entre los rebeldes quechuas y aymaras. El tercer sitio a Puno se inicia el 7 de mayo, más de 40 mil rebeldes, aparecen por el cerro Azoguini, el día 9 es el más sangriento, se combate en las calles, cerca del templo de San Juan, estalla el polvorín, toman continua así los días 10, 11 y 12 de mayo, mataron a más de 100 españoles, Orellana recibió una pedrada en la boca y los rebeldes finalmente ingresan en la Villa de Puno, mientras que los demás pueblos "habían desaparecido del mapa", Puno y La Paz eran los últimos refugios de los españoles, y en este caso tuvieron que salir de Puno derrotados, dirigiéndose al Cuzco o Arequipa.

La retirada final de los españoles fue el 26 y 27 de mayo, 8,000 vecinos partieron a pie rumbo a Sicuani. El 28 de mayo las fuerzas rebeldes toman Puno luego que los españoles al mando del Mariscal del Valle se retiran en pleno invierno, protegidos por sus 800 descalzos fusileros de Lima y los 133 efectivos de Orellana, ese ejercito vencido y reducido llega a la ciudad del Cusco el 4 de julio de 1781, después de 39 días de penosa marcha.

La lucha continuaría y Azángaro sería declarada Capital del Tahuantinsuyo.
El 11 de setiembre el Virrey Jáuregui ofrece el indulto, el 18 es aceptado por Diego Cristóbal, quien firma un armisticio en Lampa el 11 de diciembre, Vilcapaza se opone y continúa la lucha hasta abril de 1782. Los españoles gracias al amnisticio, recién pudieron regresar a la ciudad de Puno y en general al Altiplano.

La tradición popular cuenta que en las minas de San Luis de Alba o de Laykakota, la Virgen de la Candelaria acudía con su lumbre a los mineros, a quienes les otorgaba milagros por su devoción, a cambio los mineros luego de venerarla "se lo bailaban". Cuando se cerraron las minas en 1668, la imagen fue trasladada primero a la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos de Puno y luego pasa al templo de San Juan, donde vivían los indios mineros y la población en general continúa el culto y devoción a la Virgen.

Es de notar que la Villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos de Puno, donde se construyó la Catedral fue destinada a los españoles, mientras que en el pueblo de Puñuy pampa, poblado por los indios mineros, es donde se ha impuesto la tradición a favor de la Virgen de la Candelaria, y no a favor de la Virgen de la Inmaculada Concepción o de San Carlos Borromeo, menos de San Juan Bautista.

Ha sido la tradición, que no se debe desconocer por ser tal, quien ha impuesto a la Virgen de la Candelaria como Patrona de Puno, los pobladores del Qollao la identifican con la Pachamama, la madre tierra, creadora de la fecundidad, símbolo e imagen eterna de la creación en la religiosidad andina, que no ha sido destruida y que vía del sincretismo practicado desde los inicios de la evangelización, muy sutilmente la virgen ha reemplazado a esta divinidad andina, que ahora también es celebrada por "los indios", que desde 1782 hasta 1956, habían "sido prohibidos" de usar sus trajes típicos o bailar sus danzas, usar su idioma aborigen cuando ingresaban a la ciudad de Puno, salvo la "autorización" o permiso oportuno para trabajar.

Sin embargo más pudo la tradición del pueblo que la ignominia de los españoles y sus herederos ideológicos de los nuevos tiempos que han permitido tal prohibición "hasta hace poco"; ha sido la devoción y la fe que han permitido que la Virgen de la Candelaria sea erigida como "Patrona de Puno".

Fuente: revistaswan

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