El Mercado del Pisco

El Pisco es parte de nuestra identidad como el Vodka para los rusos o el Tequila para los mexicanos. Sin embargo, aunque la oferta de nuestra bebida bandera ha mostrado avances destacables, nuestra baja preferencia con respecto a otras bebidas alcohólicas, inclusive las dos anteriores, alejan (por ahora) el ansiado posicionamiento nacional e internacional que el Estado y privados han impulsado en los últimos años.

PRODUCCIÓN
En el ámbito local, la producción se ha incrementado a una tasa anual promedio de 15% en los últimos 5 años, representando apenas el 1% de la oferta total del mercado de bebidas alcohólicas (de casi 1,000 millones de litros), con un tamaño que bordea los US$ 40 millones anuales, aunque sin considerar el mercado informal existente ni la producción regional artesanal, considerando la inexistencia de una rigurosidad estadística.
 
PRODUCCIÓN II
El dinamismo de la producción de Pisco guarda correlato con la agresiva campaña publicitaria en pro de su consumo, resaltando su origen y calidad nacional. Sin embargo, dicha expansión no fue ajena para las demás bebidas alcohólicas espirituosas, proliferando una amplia gama de variedades dentro de un contexto de descenso de precios, en detrimento de una mayor penetración de la bebida nacional.

En efecto, fabricar Pisco, con la calidad debida, demanda altos estándares de calidad que implica asumir una mayor inversión. En este sentido, aún está latente la necesidad de mejorar los procesos de destilación, sobre todo en las pequeñas bodegas artesanales o semi industriales (muchas de ellas de alquiler), inclusive en zonas reconocidas de producción, requisito necesario para contar con la denominación de origen que todavía no se traduce en un distintivo de calidad. Por lo anterior, es claro que la masificación del consumo estaría a la par con la continuidad de mejora de la capacidad adquisitiva.

A nivel de la oferta, sólo 6 marcas concentran cerca del 40% del mercado, las mismas que concentran sus ventas en Lima, lugar en que tienen que dejarle cerca del 30% al mercado informal o la competencia desleal.

Ámbito externo
En el ámbito externo, el crecimiento acelerado de las exportaciones refleja básicamente el estado incipiente de la industria exportadora y la baja masificación de envíos y es que, a pesar de las campañas promocionales, la demanda todavía responde principalmente a un mercado de nostalgia: en 2009, se superó por tercer año consecutivo el millón de dólares (exportándose 222 mil litros de la bebida nacional), teniéndose a EE. UU., Chile y Argentina como principales destinos (64.3% del total).

Un total de 69 empresas exportaron Pisco, aunque solo 6 de ellas concentraron el 69% del total y solo 5 tuvieron envíos superiores a los US$ 100 mil anuales y 47 con envíos menores a los US$ 10 mil. De otro lado, al igual que sucede con el Pisco de calidad, existe una clara tendencia a diferenciarse en el mercado internacional, por lo que la exportación se orienta al segmento de más alta calidad (PREMIUN); y su estrategia (al menos en las principales empresas) apuntaría a un posicionamiento entre los licores finos.

Perspectivas
A pesar del desempeño del mercado, el cual puede ser materia de debate con respecto a lo que se esperaba como resultado de las campañas de promoción y difusión, el Pisco es un producto de estupenda calidad, pero muy poco conocido a nivel mundial, con altas barreras para competir en el mercado de los licores blancos junto con el vodka, ron blanco y otras bebidas altamente posicionadas y que cuentan con altos volúmenes, reducidos costos de producción y amplias campañas de marketing tanto en el mercado local como internacional. El Pisco aún requiere constancia en su estrategia de diferenciación en el mercado local para así aspirar a un nicho en el mercado internacional.

Comentarios (0)

Participa con tu comentario